Panorama del asesoramiento científico en la Ciudad de México visto desde la prohibición de plásticos de un solo uso

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Republished: 18th November 2020

Aline Villarreal

La Dra. Villarreal es parte de la 1° generación de Estancias de Interfaz Ciencia Política de la CDMX, adscrita a la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, y del Programa de Ciencia, Tecnología y Políticas (STeP) del Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global.

@Alincita09

La contaminación causada por el uso excesivo de plásticos y su inadecuada disposición ha sido extensivamente reportada [1] y abordada en diálogos de alto nivel como la cuarta conferencia de la Organización de las Naciones Unidad celebrada en Kenia en 2019 [2]. En México no se han implementado medidas a nivel nacional pero algunos gobiernos locales han impulsado su legislación que busca prohibir la comercialización de algunos productos plásticos, especialmente las bolsas y los productos plásticos de un solo uso, comúnmente conocidos como desechables [3].

En la Ciudad de México, el congreso local impulsó la modificación a la Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México (LRS) para prohibir la “… comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico al consumidor, en los puntos de venta de bienes o productos, excepto si son compostables …” [4].

La implementación de esta prohibición recae en la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA), dependencia con la cual me encuentro colaborando como parte del programa de Interfaz Ciencia-Política [5], por lo que he observado personalmente algunos de los problemas más relevantes para su ejecución y la importancia del conocimiento científico y el acceso a la información técnica para su implementación y la adecuación del marco normativo, la cual se muestra en la figura 1.

Figura 1. Línea del tiempo de los instrumentos normativos relacionados con la prohibición de plásticos de un solo uso en la Ciudad de México.

 

En los meses desde la publicación de la modificación a la LRS hasta su entrada en vigor, la SEDEMA realizó mesas de trabajo con productores de plástico para conocer sus inquietudes, realizó las adecuaciones al reglamento de la LRS e inició los trabajos necesarios para elaborar una norma ambiental que especifique los criterios para productos compostables, misma que continúa en elaboración. Al mismo tiempo, la industria del plástico ha mostrado su descontento en múltiples ocasiones, manifestándose de manera presencial, a través de redes sociales y mediante comunicados en periódicos. Ambos actores han esgrimido argumentos técnicos y buscado a científicos para sustentar sus discursos. Esta interacción con científicos e información técnica ofrece un ejemplo del panorama completo de los mecanismos de asesoramiento científico que suceden a nivel de secretarías locales.

Durante las mesas de trabajo se identificaron tres problemas primordiales para cumplir con la prohibición: el primero relacionado con la forma en la que quedó expresada la prohibición en la LRS; la segunda relativa a las bolsas (y otros productos) compostables, y la tercera, respecto a la excepción que marca la LRS para aquellas bolsas plásticas utilizadas para garantizar la inocuidad de los alimentos.

En cuanto al primer problema, la modificación a la LRS indica la prohibición de todas las bolsas de plástico. Podría conjeturar que esta redacción se debe al uso vernáculo de la palabra plástico para describir al polietileno, o bien, para ampliar el alcance de la prohibición para incluir no solo a las bolsas de un solo uso (por lo general de espesores delgados), sino también a aquellas que pueden ser reutilizables (espesores más gruesos). Para solventar este punto se recurrió al expertise del personal de la SEDEMA con estudios de Ingeniería Química Petrolera o Ingeniería Ambiental, además de que algunos representantes de las asociaciones de industriales del plástico mencionaron las diferencias y características de las bolsas por tipo de material en las reuniones de trabajo.

Este asesoramiento desde el interior de la SEDEMA, y de manera informal por los representantes de la industria del plástico, condujo a un cambio de narrativa de la prohibición, la cual se plasmó en el Reglamento de la LRS, adicionándose la siguiente precisión:

“Se podrán comercializar, distribuir o entregar, bolsas para transportar mercancías: de tela, tela no tejida de polipropileno, tela tejida de polipropileno, yute, rafia (tipo costal), plástico tejido o no tejido o malla, y otras que la Secretaría determine; siempre y cuando sean durables y puedan reutilizarse en múltiples ocasiones.” [6]

A pesar de la información técnica a la que se tuvo acceso, se optó por tratar de listar los materiales más comunes con los que están fabricadas las bolsas y se adicionó el criterio de durabilidad.

En cuanto a las bolsas compostables, en un primer momento la secretaría recurrió una vez más al expertise de su personal, pidió la colaboración de la becaria de Interfaz Ciencia-Política y aprovechó la modificación a la LRS que mandata a la Secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (SECTEI), la implementación de un programa de reconversión tecnológica para asesorar a los productores de plástico para que realicen una reconversión tecnológica hacía los plásticos compostables.

La mancuerna establecida entre la SEDEMA y la SECTEI condujo a la instalación de un grupo de expertos en síntesis de polímeros compostables, conformado de plásticos, residuos plásticos y compostaje, adscritos a la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Autónoma Metropolitana. El grupo de expertos se conformó en el marco de la Red ECOs, un órgano colegiado establecido en el 2019 e integrado por diversas instituciones educativas y de investigación de la Ciudad de México que busca, entre otras cosas, propiciar la coordinación entre las dependencias gubernamentales y la academia. Estos de grupos de trabajo constituidos por medio de la Red ECOs constituye un mecanismo de asesoramiento más formal que integra a académicos consolidados interesados que han estudiado los temas durante largo tiempo y pueden resolver dudas o producir informes sobre un tema específico en un periodo que comprende desde meses hasta años [7].

El grupo de trabajo fue establecido para resolver las dudas de la SEDEMA respecto a los plásticos compostables e incluyó a científicos de diversas áreas del conocimiento y de múltiples instituciones. Además, gracias a su posición como investigadores consolidados respaldados por instituciones académicas de reconocido prestigio, sus aseveraciones y recomendaciones son más atractivas para los funcionarios públicos y son percibidas como neutrales con respecto a las opiniones de otros actores, como la industria.

El asesoramiento dentro del grupo de trabajo ocurrió resolviendo de forma oral las inquietudes de los funcionarios que fueron invitados a la reunión respecto a la definición de compostables, su tiempo de degradación y sobre las pruebas que se pueden aplicar para demostrar la compostabilidad de las bolsas. Sin embargo, en el grupo de trabajo no se incluyó a científicos que tuvieran experiencia en la transformación industrial de resinas compostables a bolsas; en este caso, la única fuente de información proviene de la iniciativa privada.

Durante el desarrollo del grupo de trabajo se hizo la invitación abierta a los asistentes para formar parte del comité que elaboraría la norma ambiental de plásticos. De los quince científicos que estuvieron presentes en las mesas de trabajo, únicamente dos realizaron las gestiones necesarias para ser incluidos en el grupo de trabajo de la norma. Esta falta de participación de la comunidad científica mexicana en la elaboración de instrumentos normativos es común, ya que en ninguna institución de educación superior o de investigación, ni en las evaluaciones para pertenecer o subir de nivel en el Sistema Nacional de Investigadores, se considera el asesoramiento científico a dependencias del gobierno dentro de los productos necesarios o deseables para un científico.

Para finalizar lo correspondiente a plásticos compostables, cabe mencionar que la norma ambiental que regulará a los plásticos compostables se encuentra en elaboración. El grupo de trabajo que elabora la norma es muy amplio, con alrededor de 80 asistentes, principalmente provenientes de la industria del plástico, aunque también se encuentran algunos científicos adscritos a universidades públicas con experiencia en la gestión de residuos y en específico de residuos plásticos, así como investigadores pertenecientes a centros privados de investigación especialistas en la caracterización de polímeros.

Como punto final del ensayo, abordaré el tercer problema, relacionado con la excepción de la ley respecto a las bolsas plásticas que se usan para garantizar la inocuidad de los alimentos. En un primer momento se trató de interpretar la excepción recurriendo al sentido común. Sin embargo, ninguna de las dos alternativas anteriores fue satisfactoria y no se pudo establecer consenso respecto a qué alimentos requieren de la protección de una bolsa de plástico para mantener su higiene, y si ésta puede ser reemplazada por otro material.

Para solventar lo anterior, se pidió ayuda a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), dependiente del gobierno federal mexicano y encargada de la regulación sanitaria. Sin embargo, debido a la amplitud de sus atribuciones y a que no existía ningún contacto previo a la solicitud, la Comisión tardó aproximadamente dos meses para enviar de forma escrita la lista de alimentos que requieren de una barrera plástica para mantener su higiene.

Debido a que la respuesta de la COFEPRIS demoró más tiempo de lo esperado, no fue posible incluirla en la adecuación del reglamento de la LRS, y se optó por incluirla en los “Criterios que deben cumplir las bolsas de plástico reutilizables y las necesarias por razones de inocuidad alimentaria e higiene en la Ciudad de México” publicado en la Gaceta Oficial.

La controversia del uso de bolsas de plástico, así como vasos y otros contenedores desechables para garantizar la higiene de los alimentos, se retomó a inicios del presente año debido a la pandemia de COVID-19. A nivel mundial, en diversos medios de comunicación se mencionó que el uso de desechables es necesario para evitar la transmisión de virus SARS-CoV-2. Debido a esto, en algunos estados de Estados Unidos se decidió retrasar la entrada en vigor de prohibiciones relacionadas con la prohibición de plásticos de un solo uso [8]. En la Ciudad de México se prosiguió con el calendario de prohibición de bolsas y otros productos plásticos desechables marcado en la LRS.

Para sustentar que el uso de desechables o bolsas de plástico no previene la transmisión del virus SARS-CoV-2, se pidió al enlace de Interfaz Ciencia-Política recopilar información sobre la permanencia del virus en diversas superficies y sobre la efectividad del lavado con agua y jabón, o con soluciones cloradas para eliminar el virus. Una vez que se entregó esta información, la SEDEMA decidió elaborar diversas infografías y campañas informativas puerta a puerta para informar a los restaurantes sobre las medidas adecuadas de higiene y desincentivar el uso de desechables y bolsas de plástico. Estas medidas han sido medianamente exitosas hasta el momento, pues solo llegan a una pequeña parte de la población.

En conclusión, los mecanismos de asesoramiento técnico y científico que más se utilizan son el expertise propio de los empleados de la secretaría, la conversación formal o informal con científicos adscritos a universidades públicas y otros centros de investigación privados, conversaciones con expertos provenientes del sector privado y la consulta a dependencias regulatorias por canales burocráticos. La efectividad de estos mecanismos de asesoramiento depende de la credibilidad de la persona que otorga el asesoramiento, dentro de lo cual se considera la institución de proveniencia, si existe una relación personal previa, e incluso otros factores como la edad y la facilidad para expresar ideas.

Asimismo, desde la academia, el asesoramiento científico al gobierno no se considera necesario o deseable para la carrera de investigación y depende por entero de la voluntad del científico el acercase a los funcionarios públicos. Muchas veces, el desconocimiento del contexto en el que se hace la solicitud del asesoramiento limita la precisión y efectividad de estos esfuerzos.

Por este motivo, considero que es urgente reforzar los mecanismos de asesoramiento científico a nivel local para que sean efectivos, oportunos y multidisciplinarios. Además, quiero resaltar que, debido a que el asesoramiento depende en gran parte de la credibilidad personal e institucional del científico, se deben fomentar mecanismos que permitan crear estás relaciones personales antes que se requiera el asesoramiento, por ejemplo, la implementación de las Estancias de Interfaz Ciencia-Política de la SECTEI.

 

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Referencias
[1] ONU Ambiente. 2018. Un problema doble: el plástico también emite potentes gases de efecto invernadero. Obtenido de https://www.unenvironment.org/es/news-and-stories/reportajes/un-problema-doble-el-plastico-tambien-emite-potentes-gases-de-efecto
[2] Resolución aprobada por la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente el 15 de marzo de 2019 - 4/6. Basura plástica y microplásticos marinos. Obtenido de http://wedocs.unep.org/bitstream/handle/20.500.11822/28471/Spanish.pdf?sequence=6&isAllowed=y
[3] Greenpeace México - Greenpeace USA. ¿Sirve prohibir los plásticos de un solo uso en México? 11 de junio de 2019. Obtenido de: https://www.greenpeace.org/mexico/blog/2466/sirve-prohibir-los-plasticos-de-un-solo-uso-en-mexico/
[4] Congreso de la Ciudad de México. Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal. Gaceta Oficial de la Ciudad de México, 15 de mayo del 2019.
[5] Programa de Interfaz Ciencia Política de la Ciudad de México. Obtenido de: https://redecos.cdmx.gob.mx/2019/12/trabaja-la-ciudad-en-el-diseno-de-politicas-publicas-auspiciadas-en-bases-cientificas/
[6] Gaceta Oficial de la Ciudad de México. Reglamento de la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal. 19 de febrero de 2020.
[7] American Association for the Advancement of Science. Connecting Scientists to Policy. Landscape Analysis of Mechanisms Around the World Engaging Scientists and Engineers in Policy. 2017. Obtenido de: aaas.org/GlobalSciencePolicy
[8] Vox. Plastic bags were finally being banned. Then came the pandemic. Mayo 20, 2020. Obtenido de: https://www.vox.com/the-goods/2020/5/20/21254630/plastic-bags-single-use-cups-coronavirus-covid-19-delivery-recycling